Persigo luces
en tu rostro adorable.
En cada beso.
¡Tú, peregrino!
Camina tu camino.
Pero no olvides…
Un gato observa
mientras intento escribir.
Luego medito.
Nube viajera…
¡Si pudieras llevarme!
Tu esclavo sería.
El sol arropa
a un meditabundo.
¡Qué sueña la luna!
Ya amanece
en la punta de una hoja.
Allá, en el campo.
Omar Lagraña
