El campo arado.
Infinito el cielo.
Paisano y mate.
Lejano el Río,
remota es Concordia.
El alma en pena.
Últimos brillos.
El ocaso domina.
Un adiós mudo.
La hojarasca,
brillante y quieta:
anoche llovió.
La flor que cayó
algún día regresará
como mariposa.
Entre los botes
la llovizna remueve
la senda de agua.
Omar Lagraña
