a veces las sábanas volaban
blancas
como garzas
se estampaban
contra el cuerpo de mamá
que colgaba o descolgaba ropa
con manos casi ausentes
como suspendidas
claveles del aire
y ella no sabía
que mientras la veía
memorizaba la luz de su piel
el olor a miel que traía el viento
su cara buena bajo el gesto cansado
Circe
