Gozan mis ojos,
al mirar su suave dormir,
¡ah, su perfume!
La tenue sombra
del árbol solariego
cubre ausencias.
Al final, te vas.
El crepúsculo nace.
Siento que llueve.
Nado a las boyas.
Los adultos me observan.
¡Regreso triunfal!
Por los recuerdos
las letras se amigan.
Cierro los ojos.
¡Gracias al vino
traído aquella noche
por la tormenta!
Omar Lagraña
