El viento anuncia
sobre las pardas hojas
su marcha otoñal.
En las alturas
de la montaña, un pretil.
Vigilia eterna.
Me he vuelto amigo
de las pequeñas cosas.
Obro con ellas.
¿Por qué al final,
la alegría en la vida
es poca cosa?
Esquina de un bar.
Que carga los dolores
en cada sorbo…
Otro invierno
sin tu ajedrez, Papá.
Siento el frío.
Omar Lagraña
