capaz te falló en algún lugar ese recuerdo.
a veces cuando no viene el sol, el canto de un pájaro
suena como el cielo cuando se apronta para la tormenta
pero no. esta vez creo que te abandonó
el gusto de las frambuesas. cómo pican en los dedos las enredaderas
cuando nos acercamos, sigilosos, a pedir permiso.
quizá deba disculparme
me habían dicho ya está eso de culparse pero siento que se me olvidó decirte:
todo está bien así; me gusta cómo queda el rojo en tus dedos;
así no se pronuncia ‘frambuesa’ pero está bien
cuando le cambiamos el nombre a algo que nos gusta
porque lo queremos, porque no importa el nombre
porque cuando se haga recuerdo puede llamarse
pájaro niebla amanecer gracias perdoname
Proserpina
