no sabemos cómo iluminamos las cosas que vamos iluminando en el camino
si la foto sobre los cuerpos va a quedar grabada o si va a rozar apenas un momento entre otros tantos momentos de ese cuerpo que vive. y que muere.
yo no sé, Mariano. no creo que mi luz afecte eso que leíste. yo no sé qué va a ser de esos pájaros… Hay un lugar del que nunca te hablé. Antes eran sombras, pero qué placer era verlas moverse entre tanto yuyo y entre·sol en las entre·ramas. Hoy pasé por delante, y ya no queda nada. ¿Para qué voy a hablarte de algo que sé a medias? Que ni a mí me alcanza
Un ser que es Mil Seres me preguntó una vez para qué nombraba eso que ya estaba.
Y me quedé viviendo. Y ya no dije nada.
Cuando vino a buscarme ese recuerdo de las vías con las flores y las frambuesas en la bolsa de nylon; lo único que pude retener fue ese cuestionamiento. Recordé que después no hablé más. Recordé que después lloré. Hasta me enfermé.
Entre tanta fruta y tanto viento con sol, pensé que se podía hablar de lo que nos ríe. De lo que susurra que todavía se puede escribir belleza y se puede decir lo que se escribe; en voz alta y para afuera
El cielo es siempre el mismo y aún así, jamás se guarda
Sibila