en el repliegue del gran mundo
armo otro minúsculo
cabe en los límites de una habitación
puedo habitarlo descalza
distendida
con mi silencio y mi ocio
mi preciosa oscuridad
que se abre en una luz difusa
amarilla o verde y resplandece
desde las manos
de mi hija
una figura paleolítica
un dinosaurio incandescente
juega en las manos de mi bebé
una irrupción como una salvación
esa grieta de mi oscuridad
arroja un regalo
un destello que juega
un mundo minúsculo
las manos de mi hija
C.
